miércoles, 3 de marzo de 2010

historia de sirena



Cuando el mar enfurece junto la tormenta, cuando en noches de tormenta las nubes tapan la luna haciendo reinar la oscuridad; esas noches en las que sólo se oye gritar a las olas, llorar a la lluvia, rugir al cielo y silbar al mar; esas noches salíamos nosotras, las sirenas reinas del mar.Una noche, un marinero tenaz luchaba por sacar su barco de un destino del que ya no podía escapar. Una vez hundido el barco, ahogados sus compañeros y con mis hermanas ya ocupadas en su botín le vi, miraba hacia mi. Había bajado la guardia y la luna, traicionera, me había delatado al escapar de las nubes. Me zambullí rápido, quise esconderme y me siguió hasta que no pudo más. Por salvarlo, sabiendo que no debía hacerlo, condené mi existencia: le regalé el aire de mis pulmones, ese aire que nos hacía parecer de torso para arriba humanas. Me di la vuelta y lo vi hundiéndose y mirándome, se veía paz en sus ojos. No debía haberlo hecho y lo hice. Mis pulmones me abandonaron, tuve que salir del agua usando mis branquias. No funcionaban bien, jamás las había usado. Lo dejé en el puerto… Y aquel día, aquella noche, me volví pez y me acerqué al agua. Y aquel día, aquella noche, en el agua, morí siendo pez.

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